
La Dirección de Comercio y Bromatología de Los Antiguos llevó adelante un importante operativo de control sanitario en el ingreso a la localidad, donde se decomisó una gran cantidad de productos alimenticios transportados sin habilitación y sin las condiciones mínimas de seguridad e higiene. La intervención tuvo lugar el pasado 10 de junio y fue encabezada por Natalia Barrientos, directora del área.
Según explicó Barrientos en diálogo con Café de Noticias, el operativo se desarrolló en el puesto de control ubicado en el ingreso al pueblo, donde se constató que un vehículo tipo “auxilio” —no habilitado para el transporte de alimentos— trasladaba productos para consumo humano en estado dudoso y sin documentación respaldatoria.
“Se trataba de un transporte no habilitado, sin las condiciones sanitarias adecuadas ni la documentación correspondiente. No había ninguna factura o boleta que acreditara la procedencia de la mercadería, lo cual es fundamental para garantizar la trazabilidad de los alimentos”, señaló Barrientos.
La mercadería decomisada tenía como destino final un comercio local identificado como Brunela, a nombre de Belén Correa. El cargamento pertenecía a Javier Correa, quien se presentó junto a su hija en el lugar al momento del procedimiento.
Debido a la gran cantidad de productos y a su mal estado, se procedió a la destrucción inmediata mediante el recolector de residuos del área de Medioambiente, que permite la compactación directa de los materiales. Esta decisión generó algunos cuestionamientos en redes sociales, por no haberse destinado a comedores. Sin embargo, la funcionaria fue clara:
“Los productos no estaban en condiciones de consumo seguro. No se puede entregar mercadería que podría estar en mal estado, menos aún cuando no se conoce su origen ni se garantiza su inocuidad.”
Inspecciones y controles en marcha
Barrientos también informó que actualmente se retomaron los operativos regulares de inspección comercial y bromatológica, luego de un tiempo de interrupción por medidas gremiales.
“Estamos visitando los locales, asesorando y dando plazos de hasta 30 días para que se adecuen a las normativas. En casos críticos se procede al cese de actividades, evitando clausuras con fajas para no perjudicar directamente al comerciante”, explicó.
Además, adelantó que se pondrá especial atención al manejo de carnes y chacinados, recordando que la carne picada debe elaborarse en el momento y que el Código Alimentario Argentino está al alcance de todos los ciudadanos para su consulta.
El área cuenta con 10 inspectores, un vehículo oficial, y el equipamiento necesario para garantizar un trabajo profesional. “No inventamos nada, simplemente hacemos cumplir las normas que protegen la salud de los vecinos”, concluyó la funcionaria.